Patagonian News
Google
La Web Patagonian News
martes, diciembre 30, 2003
  Chau, Daniel. Nos vemos pronto. Yo, para engañar a la pena me mudo. - Dejo las tonteras que ya fueron escritas. Sirvan de testimonio de los vaivenes de este período de mi vida y como episodio apropiado para la futura nostalgia: fue lo primero que me animé a dar a conocer, disculpen ustedes. Buen 2004 y mejor vida para todos, en especial para mí.  
domingo, diciembre 28, 2003
  Saldos y retazos. - Lo que queda de mi vida ¿Quo vadis? * ¿Neuquén? * ¿Prosa poética o conciliaciones bancarias? * ¿Triple salto mortal o triple de miga con mucho tomate? * Lo que queda del año Tengo unas ganas fatales de que empiece el puto año nuevo. El segundo semestre del 2003 me deparó varias promesas y algunas pocas realidades que me hacen sentir un poco más ilusionado, con algunos horizontes que hace un almanaque no tenía. * Seis meses de blog. ¿Cuánto hacía que algo no te duraba ese tiempo, Mayer? * Cuando llegó el colectivo miré fijamente el agua de la laguna, cerca de la estación, y recordé que alguien con más fe poética que yo me dijo que, por las noches, en esa agua sucia se veía el reflejo de las estrellas. Creo que sí. * Lo que quedó de la navidad La felicidad es algo que se sospecha cuando ya se nos escurrió. Allá la veo partir como el tren de última hora. Es en vano que intente correr trás ella. Se fue. Mañana hay que volver a la brega y lo que queda de mi felicidad son unos kilos que no tardarán en marcharse. * Queda una botella de cerveza en la heladera. Cuano voy a mi casa me ataca la moderación en exceso. * Lo que quedó de mi cumpleaños Cuando vos naciste no había bebés en el pueblo así que todas las viejas te miraban y a vos te fastidiaba. De chiquito tenías ese mal caracter. * No había ni hospital siquiera. Apenas un hospitalito de campaña camino a la mina. * A tu madre le volaron las dos muelas que le quedaban. Requerías mucho calcio así llegó el momento en que esas dos estorbaban: había que instalarle una dentadura postiza. *  
martes, diciembre 23, 2003
  Cuando más las necesito las palabras me resultan lejanas, me dan vuelta la cara como esas mujeres que esquivas a las que ya me he abonado y cuando eso pasa desespero y morir de desesperar no es saludable porque el desesperar bloquea el hacer y vos querés que yo haga, que tome decisiones, que marque la senda y yo acá, sentado y de brazos cruzados, opaco por vacilante, náufrago por vocación, más sereno que resignado, más boceto que bostezo detengo la vida en cada momento y la divido por mitades que se debaten, a un tiempo, entre la desazón de no poder pisar lo pasado, vértigo y letargo, y el río que no da tregua. Mitad triste, mitad vacío de saber que lo que sea será poco. Bien que por insomne quisiera que sea más fructuosa la vigilia y dejar de respirar estos aires febriles de agobio y sin embargo, cuando miro a todos lados y no veo más que noche, pienso que ya no siento esto que veo, que entre verdades y mentiras no hay un abismo sino una delgada línea, y que me duelen demasiadas mentiras que no caben en una palabra. De vez en cuando el timbre del teléfono en vez de su ronronear histérico devuelve una melodía que vale la pena. Hoy es un día de esos.  
lunes, diciembre 22, 2003
  tengo fiebre no sé si es lo que he comido, lo que he dejado de comer, las cosas que he vivido o la vida que me acecha. sólo sé que tengo fiebre. blanca navidad yo vine a pasear mi mala suerte a este mundo un día parecido a navidad en un pueblito que el viento bautizó de blanco polvillo así que sé de lo que hablo: estos calores no son buen cobijo para nacer. ni blanca ni navidad triste debe ser el mandatario de un gran rey al que nadie conoce y ardua la tarea de edificar la fe sobre estas arenas. noche de paz ...invitación a la guerra, a una pelea a gruesas dentelladas, a la gula a morir, felices, sólo por hoy. todo duerme menos la ambición que hace sonar los dientes de ese tipo que duerme. en derredor sonrisa de obligación, placeres de prestado y una mano que se estira y se estira pero no alcanza... hoy seré menos terreno y me disfrazaré de barrilete de hilo generoso porque tengo ganas de volar, lejos, bien lejos de mí.  
sábado, diciembre 20, 2003
  I agoniza el instante indivisible que me depara la pena que ayer dibujé siempre hubiera querido ser perro fiel para perseguirla hasta alcanzarla y quedarme con sus dedos en mis mandíbulas a falta de amor la sangre deseo embriagar y es el flagelo de mi pensamiento el que me invita a añorar las uñas fuera de los dedos la pasión hecha una carne muerde carne de desvelo que tengo aun y ya no quiero II de noche me sueño poeta si es que vale el sacrilegio de incurrir en vanas creencias como las que se empeñan en señalar la palabra como camino y es entonces cuando me abofeteo porque sueño que ella me apalabra y camino a gatas para acercarme a ser el blanco de la meta el botón para el ojal la valla de quien quisiera saltar y apenas camina a gatas para acercarse a ese blanco sacrilegio de soñarse creyente y poeta sólo por las noches III hoy son tres puntos suspensivos que no son lo bastante para suspender de un hilo el totem que nos hermana hoy y acaso mañana nos depare el vértigo de los sablazos del cielo que se cae quebrantando la resistencia inutil del paraguas miedo de volver sobre los pasos para corregirme y poner los puntos sobre las íes guachas de lectura las comas en su lugar tanto como los puntos encarcelando la furia del lenguaje diablo opresor en gargantas puños dedos IV te quiero verso te quiero pero no querés hacerte mi amigo porque sabés que sólo quiero dominarte para que me quieran las colegialas pero es tu error creerte poderoso que con los ojos cerrados para sentir nadie te avisa que las colegialas se van en motocicletas que contaminan el aire y la paz sombría de mi alma cuando quiere dormir 
viernes, diciembre 19, 2003
  A donde habrá llevado el viento tu pétalo, flor marchita. Si no te hubieras ido no serías mi flor, claro, pero he aprendido la magia de hacer mutar a los otros, ya que yo tengo que cargar siempre con este armadura que me hace vapor la sangre. Y sí, te fuiste en busca de otras primaveras que yo no pude darte y te quedaste con la espina, o tal vez no, de saber como yo sangro, o sangrar como yo sé, que es sangre y no días eso que ves correr en los almanaques y te aclara el cabello como mitiga tu deseo. Allende te sospecho sonriente porque yo también me quede sin saber cuál es tu piel verdadera, qué hay debajo de las capas y las máscaras, qué entre latido y latido, qué labio debajo del labio es el que besa verdadero, cuál es la materia de tu armazón etéreo, de qué mares te abrevaste, a qué otro bomberos has socorrido. Creí más que vos y a falta de razones no te culpo si no estuviste cuando me envolvió la nube y tronó en mis oídos la sentencia, o fuiste vos la sentencia o la nube o la buena razón para desplegar una religión, por fin, de verdades, pero el amor y la fe se edifican sobre las pequeñas mentiras que no me doy permiso para decir. Un buen amor no pregunta ni pide permiso ni repite gracias, por favor, el gusto es mío. Y detengo tu evocación cuando siento subir por mis vísceras la cegadora certeza de que el telón cae y no hay aplauso ni saludo y me reparto en la vacilación de dejar caer ese trapo inmundo de una buena vez o ser el mismo tonto que soy siempre que enarbola la esperanza como si fuera un pañuelo blanco ante el tiempo corsario y la certeza es ahora lágrima caliente presta a morir en el bosque punzante que ya no te apuñala ni te miente.  
  La arena espera bajo las piedras la presencia que no podré remediar, el deseo que no podré satisfacer y la página en blanco que no podré derrotar. *** Me falta la química y aborrecí la física cuando elegí las letras que no los números que es como decir me gusta la sombra pero denosto al sol y estoy pálido y a veces, solo a veces, mi rostro se enrojece por el sol que me odia o por tu silencios que me arden más aun.  
jueves, diciembre 18, 2003
  NO. - Abrí la heladera y no tenía leche. Fui a comprar y pasé distraídamente mentira por el lugar en el que solemos encontrarnos y no estaba prendida tu lucecita y volví. Un poco contrariado, ya no pude encontrar en el desorden el apunte que puntillosamente extravié hace unos meses. Volví a maldecir la ley de emergencia y la puta prórroga que me va a obligar a reformular lo que había estudiado los concursos y las quiebras. Abrí la ventana para que entre un poco de aire puro y despeje este lugar de bajas pasiones y humaredas y no, tampoco te trajo el viento ni apareció el apunte ni me atacó la inspiración de escribir una poesía torcida, que sea capaz de provocar escozor. Si no hiciera este calor sería oportuno acostarme a dormir pero yo sé que de las brujas nadie se escapa, y sin tocar el timbre te meterás en el sueño, me someterás a tus reglamentos y no podré perdonarme el haber dejado de estudiar para pasar a ver si estaba prendida tu luz y me parecerá poco creíble la excusa de ir comprar leche, y... No. Hoy no es el día.  
  El Código de Hammurabi no era tan malo. - Según un reciente fallo de la Cámara Federal porteña sólo constituye delito provocarle daños a “las cosas muebles, inmuebles o animales”, no encuadrando como tales las redes de computadoras. Aparentemente un empleado despedido de una agencia de publicidad se había tomado una pequeña revancha alterando el funcionamiento de la red informática valiéndose de un par de inocentes virus. Lamentablemente para la empresa, este señor fue sobreseído. El fallo parece demostrar, en primer lugar, que los señores magistrados tienen que repasar los apuntes de derecho civil a ver qué carajo es una cosa ya que, de acuerdo a los fundamentos utilizados, y por aplicación de la redacción actual del Código Penal argentino, una red informática no es una cosa, y por lo tanto no es un bien jurídico tutelable. Claro que la redacción de marras es de 1921, de manera que apenas encajan los automóviles en la clasificación, y por poco margen. Si la justicia fuera justicia, las conductas punibles podrían reprimirse hasta con los principios del derecho romano, pero estos muchachos están preocupados en otra cosa.  
miércoles, diciembre 17, 2003
  Cuando era chico me gustaban las niñas de piernas blancas. Supongo que algún capricho angélico de entonces, me habría señalado que aquello tenía que ver con la pureza virginal, tan inevitable, tan necesaria en esos comienzos. Acaso sea la vocación de historia por escribirse la que uniformó de color blanco a los pibes de la escuela y que en pos de afirmar tal vocación el impulso me haya llevado por ese barrio. Cuando crecí me gustaron las mujeres de boca grande, de labios contundentes, lo que se conoce pedestremente como “jetonas”, sin que esto pretenda ser despectivo, aunque sé que lo logra. Las bocas generosas convidan a los mejores besos. Sonríen como se debe. Recuerdan a los tintos felices que alguna vez bebimos y los que habremos de beber. Un poco más reciente resulta mi predilección por las pecheras enfáticas. Quizá algún Edipo mal cerrado. O me sacaron la teta rápido, yo que sé. Naturalmente esto me ha llevado más por el camino del espanto que el del amor. Y no es del todo desaconsejable, debo decirlo. Ahora me gustan las manos grandes. No sé porque será, aunque puedo esbozar una sospecha que se escribe así: el tiempo nos privará –a mi más que muchos de ustedes que me leen– de la vista, nos dejará sin oído pero el tacto permanecerá ahí. Con las manos se hacen cosas, se escribe la historia, se profieren las caricias naturales. Las manos es la primera parte del cuerpo que reconocemos como propia. Acaso sea la última que nos informe que el mundo existe.  
  El cambio de gobierno amenaza con cambiarle de horario a los empleados del estado. Por el momento rige el tradicional régimen de 7 a 13 que tantos dolores de cabeza prodigan a los noctámbulos como el que estas líneas suscribe. La idea es, postergando dos o tres horas el horario de ingreso, evitar que los que los empleados públicos puedan tener otro trabajo. Es una pena que no se piense en otra alternativa, digamos llevar las remuneraciones a un nivel tal en que no haga falta desarrollar más de una actividad. Y esto es dicho con todo el pesar que me produce perderme la plenitud de la noche y los primeros colores de la mañana.  
lunes, diciembre 15, 2003
  Apuntes de astronomía popular. - I La cartografía del cielo -¿Que ven esos ojos libidinosos? -Llanura, ondulación, confín, bosque, accidente y río con sal –dije y mentía. Para ciertas artes de cartógrafo los ojos estorban. Pienso que la metafísica es una rama de la cartografía que se ha inventado para la gente sin ojos. Se lo digo. Reímos. -Estúpido. Siempre te hacés el poeta en momentos como éste. -La gente no entiende que la metáfora acecha. Siempre. Sólo es cuestión de saber leerla. -Dejá la metafísica y mirá la luna. ¿te gusta? -Hermosa, pero brilla con luz prestada. Es una piedra con sueños de princesa... -...que llora porque la vida es hija de otros aunque se diga madre de la noche... -...y sin los otros no es. II Contravida Siendo niño e incluso en estos tiempos, aunque un poco menos, conviví con alguien que profesaba la contravida: mi madre. Mamé de todas las veces que renegó mirando lo bien que le iba al vecino y puteando a su propio destino, que le deparó la perpetua brega sin premio ni consuelo. Lo malo del caso es que no siempre envidió el éxito sino que muchas, veces, sin tan siquiera sospecharlo, fue engañada por el brillo de las apariencias. Miralo al negro ese, no tiene ni para comer y se compra esa flor de camioneta, a vos te parece. Decía y al decirlo resucita brasa y moribunda, sin ponerse a pensar que el bicho ese apenas arrancaba o era la herramienta de trabajo de un transpirante como ella. Y tal vez por ser ella contra los demás y por tener que cargar con el cruel cometido del ama de casa, no tuvo tiempo suficiente de verse a si misma y valorarse en su esfuerzo desinteresado, instintivo, casi animal. Si hubiera tenido un par de minutos al día para verse ante sus cosas y sus carencias, sólo un par de minutos y no más porque lo que nos rodea es bien simple de conocer y fatigamos las horas tratando de justificar, subvertir, refunfuñar por eso que está ahí, con ese par de minutos, que yo no fui capaz de señalarle, ella hubiera sido un poco más feliz. La vida es corta. Y es más corta aun si vivimos mirándonos en espejos ajenos. Se puede vivir o vivir contra. Me duele el esfuerzo que hago tratando de no ser un tonto. De nuevo. III La puerta del cielo -Platón estaría orgulloso de vos. -No creo, che. Aristocles era una farsante. No se dignaba de firmar con su propio nombre. -Sí, papi, eso que ves ahí, que vos decís que son metáforas, son las sombras de lo Verdadero. -Entonces si muerdo esa naricita a la sombra no le va a doler. -Turro. IV Contramuerte Yo, que mamé de esa teta no supe evitar esas mismas actitudes. Recuerdo la mala época en la que la billetera me sonreía. Uno de los primeros gustos que me di fue comprarme el teléfono móvil más bonito de todos. Antes había sentido la envidia de la sonrisa y creí pertinente sumarme a la secta de los adoradores del telefonito. Todavía me pone de mal humor escuchar la presencia de aparatos como ése. El mío murió en un cajón un día en el que me cansé de que la batería me dejará a pie en el medio de las charlas más interesantes. Ya bastante había tenido en esos meses intentando configurarle un ruido que sea más amigable con el oído y con la tiranía de una casilla de mensajes que no se dejaba domesticar. Sí. La sonrisa no me la deparaba el telefonito pero en esa hora aciaga no sabía que el mejor camino era el mío: largo, pedregoso, lleno de curvas y cornisas. En todo caso, siempre será mejor que pedirme un destino prestado. V La ley del cielo -Quiero una nena. Me pudren los varones. -Siempre queriendo torcerme la voluntad, eh?. En ese caso que se llame Constanza -Y sí. Constanza será la madre de Victoria. Como ha sido siempre. -Callate, Delfos, y besame de nuevo.  
viernes, diciembre 12, 2003
  --- ¿Alguien se acordará de la historia de un tal Carlos Martinez? --- No, no y no. Denitivamente no se puede confiar en las mujeres. Ni estando uno muerto son capaces de guardar un secreto. --- ... y pensar que alguna vez me reí de un librito que se llamaba “Aprenda guitarra en una noche” y hoy me vengo a cruzar con esto. --- Lindo fin de semana para todos y que el Baco les sonría.  
jueves, diciembre 11, 2003
  Trip. - I No creo ser capaz de discernir si estoy despierto o dormido, pero si esto es un sueño tiene mucho de pesadilla. No es de esas historias en las que el protagonista es torturado en su psique por alguna jefa molesta ni acreedores que arremeten con apetencias de ejecutar sus saldos a favor. No hay temor ni vértigo. No hay elocuencia ni ansiedad. Sin embargo tiene todos los rasgos de anormalidad que son las notas de la vida de todos los días. II Es cosa de desperezarse, bañarse y salir a ver de qué se trata. Por las calles la gente habla de cosas extrañas en un lenguaje que me es lejanamente familiar. Tal vez esté en Manila. Son sujetos que se llevan todo por delante como si hubieran nacido con retraso y tienen prisa por alcanzar el fatal destino de las agujas del reloj. Pero no, no es Buenos Aires. Mi cuerpo echa de menos la carne y el mate, pero las pizarras electrónicas de los comercios me dicen que están fuera de los dominios de mi bolsillo. Quizá esto sea Katowice. La meteorología adversa obliga a volver a casa. Tormenta de furia y arena en remolino y sin cuartel. Pero faltan los camellos, los turbantes, las mezquitas. Tampoco estoy en Basora. En las radios suenan ritmos caribeños pero las mujeres no se parecen a las de Medellín. Abunda el pantalón y escasea la alegría de vivir. El diario está escrito en letras negras, pero rojo es el color que le sentaría mejor: sangre derramada, sangre inocente, sangre vengada, sangre de contrabando. El dolor es un episodio efímero. III Hurgo entre mis recuerdos y el arcón está lleno de fantasmas. Todos duermen o lo que es lo mismo decir: todos están lejos de acá. O yo soy el que está lejos de todo. Nos sabemos solos únicamente por antes no haber estado así. Inevitable es deshacerse en añoranzas de los tiempos en que la ropa no era holgada ni se peleaba tan a menudo con la propia piel. IV Es cosa de desperezarse, bañarse y salir a ver de qué se trata. Las mismas caras que hoy tampoco serán amigables. Los mismos deseos que seguirán en guardia. Esta furia que es dolor y ha sido apuro, muta por las tardes en serenidad de resignado. V Primer día de la era peronista en esta provincia. Mi viejo hubiera estado contento. A mí apenas me da igual. Y no sé si es porque me sé soñando y entonces los puñales no duelen o si es porque hasta la realidad pasa muy lejos de mi calle.  
miércoles, diciembre 10, 2003
  Sin ser un entendido en la materia puedo anotar que los pronósticos suenan cada vez más disparatados. Tal vez circunstancias como la deforestación, el debilitamiento de la capa de ozono y la corriente del Niño hayan dificultado la proyección en el tiempo de las variables atmosféricas. No lo sé. Si sé, porque lo escucho todas las semanas en la radio, que es regla amenazar con tempestades que bajo el nombre de alerta meteorológico. En estos días anunció que por estos lados soplarían vientos de 140 kilómetros por hora. Y que además llovería. De la lluvia ni noticias, pero sopla uno de esos vientos que hacen que nuestro cuerpo tome real conciencia de su débil destino y humano. Las viejas barren toneladas de tierra. A mi viejo se le rompe el molino y yo, con mis sesenta kilos, amenazo despegar con rumbo al cielo.  
  --- Quizá el tiempo me depare distinguir lo esencial de lo atractivo, pero mientras esas verdades me son reveladas, que nadie me impida colgarme del brillo de tu falda que alumbrará la vida cuando se apague el sol. --- Waiting for the sun 4 
  *** Y me pongo la camisa al revés o dos medias de diferente color, el zapato a las apuradas; junto del piso el botón que se me salió y me pregunto si es siempre el mismo o si siempre se me salen los botones y en todo caso cuáles son los botones que se me salen si yo jamás pego ninguno. Cuando abro los libros trato de concentrarme, y cuando lo logro no puedo avanzar de la página en la que se estacionó mi vista, bien que mi mente está aburrida de la heladera que mete más ruido que un avión cuando despega. Pero no me amilano e insisto. Las cosas tienen sus propias leyes. De observar analíticamente y registrar sus comportamientos recurrentes yo debiera ser experto en la predicción de mis accidentes domésticos. Y sin embargo, me piso el cordón y me caigo, me olvidó de darle cuerda al reloj, la plancha quiere descubrir si hay vida más allá de ese pantalón, quiero sacar las telarañas y se me caen las macetas... No observo, no generalizo, no pontifico. Vivo con lo que hay. Manden ustedes que de esto saben mucho más que yo. *** Apuntes del brumario IX  
  Deseo fervientemente tropezarme un día de estos con un par de compatriotas que estén hablando de la Argentina del 2015. Es una de las mentiras que me invento a mí mismo para seguir viviendo. La gente, llevada como manada por los medios de comunicación, está encantada con el regreso de los años setenta a nuestro tiempo. Pero la gente no tiene toda la culpa. Después de todo, la mayoría se cuelga del anzuelo que más a tiro tiene. Lo que a mí me preocupa, y lo digo con todo el pesar que me es posible, es que los tipos que están en condiciones de formar opinión, se han subido a ese mismo carrusel de mentira y hoy hacen apologías de eso que no fue y a tambor batiente proclaman la venganza en el nombre de la justicia y el supremo interés nacional. Son los mismos que están estudiando los desfalcos de la época del virreinato y todavía no han podido probar nada. Sujetos que ven la vida desde el espejo retrovisor de sus autos último modelo. Si los pastores están en esa, qué le podemos pedir al tipo de a pie.  
martes, diciembre 09, 2003
  I La educación recibe, al menos, dos tipos de maltrato. Uno es silencioso. No se oyen demasiados reclamos por la desidia docente, la decadencia de los planes de estudio, lo hueco de los contenidos que no ayudan a leer ni a pensar, que se alejan cada vez más de las realidades cotidianas. El otro maltrato es ostensible y las gentes suelen congregarse en procesiones de protesta. No se hace mantenimiento edilicio a los establecimientos, los salarios de la mayoría de los maestros son magros, faltan los elementos indispensables para que el servicio educativo sea digno, aunque más no fuera. II A fines de los 80 la escuela comercial 9, a la que yo concurría se aprestaba a inaugurar un par de nuevas aulas, terminadas después de mucho tiempo de practicar la mendicidad presupuestaria. El acto de inauguración tuvo el brillo esperado para este tipo de celebraciones ya que tomamos prestados los pupitres de otras aulas. El estado poco previsor se había olvidado de la importancia de estos elementos. O se contentaba con inaugurar paredes peladas. Unos meses después llegaron las sillas y los pupitres y en cierta manera entendimos la razón de la demora. Las mesitas no tenían la fórmica superior. Eran lo más parecido a la idea platónica de mesa: un cacho de madera con cuatro patas. Si hubieran estado en el momento oportuno, la madera opaca le hubiera quitado brillo a la epopeya. III Con el tiempo, esos pupitres se convirtieron en útiles indispensables para los estudiantes poco amigos de los libros. Conocida es la costumbre de dejar sus apelativos dondequiera que ponen los dedos; a nadie podía sorprender que los flamantes pupitres fueran el recipiente de todo tipo de anotaciones: “Paula te amo”; “Boca, choripan y vino”; “hasta la victoria, a veces”; “La superficie de la provincia de Río Negro es de 203.013 kilómetros cuadrados” y muchas otras por el estilo. La codicia de los haraganes se debía a que era fácil transcribir los ayudamemorias -imprescindibles al momento de cada evaluación- en el pupitre sin que nadie estuviera en condición de detectarlo, salvo que se tratase peritos judiciales altamente calificados. En aquel tiempo yo decía que en esos bancos estaba la suma del saber público, pero exageraba. Los menos preparados creían que lo que estaba allí escrito les alcanzaría pero las más de las veces sólo daba lugar a equívocos. Como diría una profesora (demasiado linda para ser buena profesora): -Tarzanezco lo suyo, Velazquez. La próxima vez trata de no prescindir de los artículos y las preposiciones. Instantánea 15  
  He comprobado que nada seduce menos a las mujeres que un tipo que vive pendiente de los libros y de las anotaciones. Estoy sonado. Las colegialas nunca se comerán a besos a los escribas. Es la dura realidad. Para colmo el medio literario es tan perverso, que se empeña en celebrar la obra de tipos que no están al quince por ciento de las capacidades físicas de un ser humano normal. ¿Hay consuelo? ¿o no queda otra que seguir fabulando?  
  *** Algunos ecos que oigo dentro de mi me han reclamado insistentemente que escriba cosas alegres y no sé. No sé bien qué es la alegría. Tampoco la veo muy emparentada con el ejercicio de la escritura. Si esto fuera un audio blog podría contarles algunas de mis historias, cargadas de notas al pie y de hipervínculos. En esas historias para contar alrededor del fogón si hay algo que nunca falta es al menos una razón para sonreír. Pero es diferente. El fuego nos hermana tanto como el frío. No nos vemos las caras sino apenas formas que toman un color parecido, pero eso no es importante. Lo único que importa es la voz que lleva a los cuerpos inmóviles ante el fuego a vivir aventuras llenas de maravilla y de espanto. Pero sé que por más que les ponga ingenio, nos reiremos siempre de las notas al pie, porque la ola de la tragedia la que nos conduce. Manchados por ese estigma necesitamos reír, aunque más no sea para disimular el llanto interno, que nunca cesa. *** Apuntes del brumario VIII  
domingo, diciembre 07, 2003
  *** ... y cuando menos lo esperaba llegué al punto final. Pocos libros me han resultado tan espesos como Diario de la guerra del cerdo de Adolfo Bioy Casares. Hasta a los señores más recoletos les ocurre ponerse áridos aunque sea una sola vez en la vida. Por un momento, mientras leía, sentí que estaba peleando y para qué pelea uno sino para dejar de pelear. Digamos que es placentero intercambiar un par de sopapos, pero el propósito suele ser sacar de combate al rival para dejar de pelear. Y así, furtivamente, página tras página, hasta llegar al bendito punto final. Menos mal que Adolfito siempre tenía a mano las piernas de alguna muchacha: espejismos para seguir pedaleando. *** Hoy es uno de esos días en que el sol está hasta debajo de la cama. Mi cuerpo destila un desagradable sudor etílico. No quiero estudiar, no quiero leer, no quiero dormir. Hoy soy el el Black Dog que tocaba Jimmy Page en los tiempos dorados del rocanrrol. *** En estos días de estar lejos del repiqueteo del teclado y cerca de la querida lapicera y el papel (sin renglones, así sueño que soy libre), he sabido que cada vez es más tortuosa la tarea de hilvanar una idea con su respectiva frase. ***  
viernes, diciembre 05, 2003
  En los diccionarios y en la televisión casi tanto como en los sueños y en las manchas de la sábana... Dejá de perseguirme. No te basta con seguirme dondequiera que voy? Puto el amor que nos hace creer libres cuando somos más esclavos que antes. --- Wainting for the sun 3  
  --- Que venís a buscar. Si me querés a mi, ya sabés donde vivo. Si esperás que te dé recetas, nunca tuve ninguna. Si necesitás una oveja seré el lobo y si necesitas que te cuiden voy a ser una lagartija. Si te hace falta que te escuchen, soy sordo y si querés que te pegue un par de coscorrones, de mí nacerá un abrazo. Si confiás en mi, voy a ser el primero en estafarte. Si dudás de mí, antes que el gallo cante tres veces voy a convencerte. Si no creés esto que leés es que mis palabras aun no golpean. Teneme paciencia. No me pidas más que esto porque se me va la vida y no puedo decir lo que siento. Soy un impostor. Dejame que componga el personaje que aun no me lo creo, pero cuando me salga, ya vas a ver. --- Waiting for de sun 5 
  *** Saco la cabeza por mi ventana y miro la vida correr como un arroyito que no sabe de pausas ni de interrogantes. Veo que mi vida es mi calle. A las seis a eme tengo que ir corriendo a tomar un colectivo. En realidad camino rápido pero voy frenando porque así me lo pide la empinada cuesta. A la vuelta, cuando se llaman a debate alguno de los tipos que viven dentro de mí, y hartos de todo no saben si primero será comer o dormir, es ahí cuando tengo que remontar la cuesta que me empuja a la mañana. Así son mis días. Cuando tengo todas las energías, como si fuera un chiquillo andrajoso, tengo que ponerle freno al desenfreno, marchatrás a lo inexorable, me canso por no ir más rápido. Cuando ya no me quedan fuerzas y necesito un viento amigo que me deposite en mi lecho debo doblegar a un tiempo mi voluntad y la cuesta. Y cuando finalmente la venzo, porque no conozco otro destino que no sea la victoria, borro de mi cabeza los las puteadas hasta que me dé de nuevo por comenzar. *** Apuntes del brumario X  
The compasses and the power chose the North. Perhaps for that reason always they will have to me in the South. Weblog de Jorge Mayer, Trelew, Patagonia.

La glorieta, foto clásica de Trelew

MI JARDIN
Mis naufragios en la web
Contacto
   


ARCHIVO
06/01/2003 - 07/01/2003 / 07/01/2003 - 08/01/2003 / 08/01/2003 - 09/01/2003 / 09/01/2003 - 10/01/2003 / 10/01/2003 - 11/01/2003 / 11/01/2003 - 12/01/2003 / 12/01/2003 - 01/01/2004 /

MIS BLOGS FAVORITOS
Daniel Massei
Guillermo Piro I
Guillermo Piro II
Daniel Link
Néstor Tkaczek
Fabio Morasso
De Rerum Verdura
Pirula
Sr.100 Cadaveres
Asakhira
La rosa en el viento
Suspiria
Piel de rayon
Quien lo entiende
L*
Nick Riviera
Manegumba
Aldo Sivi
Ecos Reflejos
Puto y aparte
Diario de Adrian
El blog de Habbi
Resacas
Las noches de Sheredzade
Otra vuelta de tuerca
Heriberto Yepez
Todo para blogs
   
PARTICIPA
Powered by TagBoard Message Board
Name

URL or Email

Messages(smilies)



NOTICIAS DE INFORMATICA



CORRECTOR ORTOGRAFICO DEL ESPAÑOL en línea



Califícame en Bitácoras.net:

imagen


imagen
Listed on Blogwise

Weblog al azar


Salida de emergencia

si te gusta,   y colaborá con el ego de este pobre muchacho

¿Queres recomendarme a tus favorecedores y amigos?  


DAYPOP




Banner by Morasso

Las noches de Shered>
Los desvaríos de Morasso

Recursos Gratis para tu web
Weblog Commenting by HaloScan.com
This page is powered by Blogger. Isn't yours? free hit counter script